Para hablar de ciudad se requiere hablar de una ciudad real o ideal y sus conexiones, hay que referirse a esta hablando de las intervenciones que hay en esta, que para cada ciudadano varia su concepto de ciudad, es decir que cada persona forma un concepto diferente de una ciudad por las huellas que el mismo hace en ella. Una persona que quiere hablar de la ciudad debe referirse a cosas que no se ven, de las que no existen, y de las misteriosas de la misma, y de la ciudad del sueño.
La ciudad no es sólo lo que es, es lo que se espera hacerse en ella y lo que se quiere cambiar, o sea que cada persona construye lo que quiere. Esto lleva a decir que si existe la ciudad es porque existe el ciudadano, este tiene herramientas y formas para acceder a ella e intervenir en ella, la persona que vive aquí lo hace porque busca algo mejor y así lego a ella o porque por lo contrario llego a ella para cambiarle algo, ya sea para un bien estético o para ordenarla.
No podemos evitar ver una ciudad y no poseerla, querer hacer cambios en ella, intervenciones que generan sentimientos de deseos, querer ser, querer modificar algo a nuestra forma, por eso se dice que no se piensa sino que se siente, y viéndose desde este punto de vista la ciudad es el objeto y el ciudadano es el sujeto; por todo lo que este piensa en hacerle, el hecho de sentirla, y de dejar huella en ella. Esta intervención que es necesaria para la formación de cualquier ciudad, ya que ya se ha dicho que dicha construcción se debe a las interferencias de los ciudadanos.
Los encargados de hacer que otros sientan la ciudad somos nosotros mismos, de explicarles la relación tan estrecha entre la ciudad y nosotros.
A veces creemos saber mucho de la ciudad por esta relación que existe, pero esto no es así el ciudadano no sabe ni cómo hacer cambios en ella porque ella es más grande que él y lo consume, entonces es aquí cuando el ciudadano debe crear hilos entre la ciudad que quiere y sueña y al real, y es por esto que al ciudad es un mezcla extraña de todas estas emociones.
palabras:408La ciudad no es sólo lo que es, es lo que se espera hacerse en ella y lo que se quiere cambiar, o sea que cada persona construye lo que quiere. Esto lleva a decir que si existe la ciudad es porque existe el ciudadano, este tiene herramientas y formas para acceder a ella e intervenir en ella, la persona que vive aquí lo hace porque busca algo mejor y así lego a ella o porque por lo contrario llego a ella para cambiarle algo, ya sea para un bien estético o para ordenarla.
No podemos evitar ver una ciudad y no poseerla, querer hacer cambios en ella, intervenciones que generan sentimientos de deseos, querer ser, querer modificar algo a nuestra forma, por eso se dice que no se piensa sino que se siente, y viéndose desde este punto de vista la ciudad es el objeto y el ciudadano es el sujeto; por todo lo que este piensa en hacerle, el hecho de sentirla, y de dejar huella en ella. Esta intervención que es necesaria para la formación de cualquier ciudad, ya que ya se ha dicho que dicha construcción se debe a las interferencias de los ciudadanos.
Los encargados de hacer que otros sientan la ciudad somos nosotros mismos, de explicarles la relación tan estrecha entre la ciudad y nosotros.
A veces creemos saber mucho de la ciudad por esta relación que existe, pero esto no es así el ciudadano no sabe ni cómo hacer cambios en ella porque ella es más grande que él y lo consume, entonces es aquí cuando el ciudadano debe crear hilos entre la ciudad que quiere y sueña y al real, y es por esto que al ciudad es un mezcla extraña de todas estas emociones.
laura canaval cód:09209032
http://www.icesi.edu.co/blogs/lenguajevirtual/files/2008/08/la-ciudad-sonada-varios-autores.PDF
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